Miras las fotos de ustedes dos juntos, sonriendo, tan cerca y la tristeza invade tu cuerpo…al mismo tiempo se te hace un nudo en el estómago y comienzas a pensar ¿Cómo es posible que todo se sienta tan distante ahora? Esa conexión que alguna vez fue tan palpable, ese deseo mutuo que los unía, parece haberse desvanecido en la rutina, en las preocupaciones del día a día, dejando una sensación de vacío y soledad incluso cuando están cerca.
Cuando tu matrimonio se siente en crisis, especialmente porque tu deseo sexual es poco o nulo, puede parecer que la falta de intimidad es el primer eslabón roto. Es fácil sentir que la chispa se ha apagado, o peor aún, que el problema eres tú, o él, o la relación en sí. Pero como terapeuta sexual, quiero decirte algo crucial: esta crisis es, en el fondo, una invitación a reconectar contigo misma. Sí, sé que es más fácil responsabilizar a los otros, pero sabiendo que hay parte de solución en tus manos también te pone en control.
A menudo, en medio de la vida y las demandas de una relación, nos desconectamos de nuestra propia esencia, de lo que nos mueve, de nuestros deseos más profundos. Y cuando eso sucede, la capacidad de conectar auténticamente con nuestra pareja también se resiente. Tu conexión contigo, tan íntimamente ligada a tu bienestar emocional y tu sentido de ti misma, es una brújula poderosa en este proceso.
Aquí te propongo un camino, enfocado en ti, para empezar a reconstruir y tomar decisiones acertadas:
- Vuelve a Ti: Tu Conexión Interna es el Primer Paso
Antes de mirar hacia afuera, mira hacia adentro. ¿Cómo estás tú? ¿Qué necesitas? ¿Qué sientes?
- Escucha tu Cuerpo y tus Emociones: ¿Qué te dice tu cuerpo? ¿Hay cansancio, tensión, frustración? Permítete sentir esas emociones sin juzgarlas. Date espacio para procesarlas. Esta escucha te dará pistas valiosas sobre lo que está faltando.
- Identifica tus Necesidades No Negociables: Más allá de las demandas del día a día, ¿qué es esencial para tu bienestar emocional y para sentirte plena en una relación? ¿Necesitas más reconocimiento, más tiempo para ti, más apoyo? Anótalas y comienza a darte eso. Toda la energía que estás poniendo en resolver la situación sin saber por dónde comenzar, ponla en ti, en estar bien, centrada y regulada para que puedas tomar decisiones desde la calma.
- Redescubre tus Placeres Individuales: ¿Qué te hace sentir viva, alegre, conectada contigo misma? Puede ser leer, caminar, pintar, escuchar música. Dedica tiempo a esas actividades que te nutren y te recuerdan quién eres fuera de tu rol de pareja. Conoce y honra tus propias preferencias y ritmos.
- Comunica tu Mundo Interior: Abre garganta
Una vez que empiezas a reconectar contigo misma, puedes comunicar tus descubrimientos a tu pareja.
- Habla desde tu “Yo”: En lugar de acusar o culpar (“Tú nunca…”), expresa cómo te sientes y qué necesitas (“Yo me siento… cuando… y me gustaría…”).
- Sé Vulnerable, pero Clara: Mostrar tu vulnerabilidad es una fortaleza, no una debilidad. Expresa tus miedos, tus anhelos, tus frustraciones. Pero hazlo con claridad, sin rodeos, desde un estado emocional bien gestionado, para que tu pareja pueda entenderte. No es momento de desbordes emocionales, vuelve al centro.
- Establece Límites Sanos: Si hay patrones que te lastiman o te agotan, es crucial comunicarlos y establecer límites. Esto es un acto de amor propio que, paradójicamente, puede fortalecer la relación al crear un espacio más seguro y respetuoso.
- Rediseña la Intimidad: Desde tu Propio Deseo Genuino
La intimidad, y el deseo sexual, pueden revitalizarse cuando se abordan desde una perspectiva de conexión auténtica, no de obligación.
- Define la Intimidad para Ti: ¿Qué significa para ti la intimidad en este momento? Puede que no sea solo el sexo. Puede ser un abrazo largo y sincero, una conversación profunda, risas compartidas, un gesto de apoyo, o un simple toque en la mano.
- Expresa tus Deseos y Límites Sexuales: Si el sexo ha sido un punto de fricción, sé dueña de tu deseo. Comunica qué quieres recibir, cómo te gusta ser tocada, qué te excita y qué no. Recuerda, tu deseo es tuyo y es válido en todas sus expresiones. Si no sientes deseo, comunícalo también junto con lo que estás haciendo para gestionarlo; esa honestidad es vital para tomar decisiones.
- Propón Momentos de Conexión sin Presión: Sugiere actividades que no tengan el sexo como objetivo inmediato, pero que abran la puerta a la conexión. Un masaje mutuo, bailar juntos, simplemente acurrucarse y conversar. Estos momentos construyen el puente hacia la intimidad física.
Amada mujer, recuperar un matrimonio en crisis es un acto de valentía. Pero el mayor acto de valentía es reconectar contigo misma en medio de la tormenta. Tus decisiones más acertadas, tus acciones más poderosas, surgirán de ese lugar de auto-conocimiento y auto-respeto. No se trata de “arreglar” al otro, sino de empoderarte a ti misma para ser la arquitecta de tu propia felicidad y de la relación que mereces.
Si eres una mujer poderosa de más de 40 años que has logrado el éxito en tu vida laboral y has tenido retos en tu vida de pareja que ya harta de procrastinar, hablemos. Escríbeme al directo de Instagram y te digo cómo te puedo ayudar.